Biblioteca Regional fue premiada junto a otras seis obras nacionales

5 de septiembre de 2016

El seremi de Obras Públicas, César Benítez, y el director regional de Arquitectura, Joel Becerra, calificaron como muy buena noticia el reconocimiento realizado por el Premio Iberoamericano a la Mejor Intervención en Obras Patrimoniales Edificadas en su décima edición, al proyecto de restauración del antiguo edificio Ex Correos y la habilitación de la actual Biblioteca regional de Antofagasta, ejecutados por la Dirección regional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

“Este proyecto obtuvo un segundo lugar en la subcategoría B2 correspondiente a obras de más de 1.000 metros cuadrados, junto a otras entre seis iniciativas a nivel nacional reconocidas por este premio, valorando el trabajo de nuestros profesionales, quienes construyeron este emblemático edificio entre los años  1921 y 1930, y casi 90 años después, se inició su restauración durante la primera administración de la Presidenta Bachelet. Hoy esta pieza de arte arquitectónica se transformó en un icono del patrimonio, centro cultural y de reuniones para la comunidad, siendo un polo de desarrollo social para la comuna y la región”, destacó el seremi de Obras públicas César Benítez.

Este premio tiene por objetivo destacar el trabajo de los arquitectos comprometidos con la conservación y valoración del patrimonio cultural edificado, y difundir la actividad profesional en relación a su compromiso con el patrimonio para promover su valoración entre los arquitectos, estudiantes de arquitectura, profesiones afines y el público en general.

Proyecto

El director regional de Arquitectura, Joel Becerra, detalló que la primera etapa de la recuperación de este edificio fue la declaración de protección como Monumento Histórico Nacional, en el año  2009. “La intervención consideró la recuperación de parte del inmueble para uso de la biblioteca regional DIBAM, mediante la habilitación de áreas desocupadas de la empresa de correos y corte de apelaciones que funcional en el edificio”, explicó el director.   

De la superficie total del inmueble, se restauraron 2.470 m2  para la habilitación de la nueva biblioteca, y se recuperaron las totalidades de las fachadas, manteniendo el estilo neoclásico que se expresa en el trazado de simetría, elementos ornamentales como pilastras, balaustradas, cornizas en dentículos y frontones clásicos. Cuenta con tres pisos y zócalo, es de hormigón armado formando la esquina de Prat y Washington mediante una rotula coronada con una cúpula con linterna superior.

La nueva biblioteca contempla sala infantil y guaguateca, sala juvenil, sala colección general, sala patrimonial, aulas de préstamo, espacios de exposición, auditorio con butacas retráctiles y cafetería literaria. Ésta nueva infraestructura, complementaria a la red de bibliotecas municipales y escolares, permitió  incorporar usuarios no cubiertos como infantes, madres gestantes, adultos mayores, cesantes, turistas, etc. siendo un espacio altamente democrático en el corazón de la ciudad.

Historia

El 25 de octubre de 1921, frente a la actual Plaza Colón, en las esquinas de las calles Washington y Prat,  se dio comienzo a la construcción del edificio de Servicios Públicos de Antofagasta, gracias a la llamada “Ley Bruna”, impulsada por el Senador Augusto Bruna, decretada el 28 de agosto de 1918, en que autorizaba al gobierno a emitir los fondos necesarios para construir este edificio.  Se buscaba centralizar las siguientes reparticiones públicas: Correos y Telégrafos, el Primer y Segundo Juzgado de Letras, el Archivo General y Judicial, la Delegación Fiscal de Salitreras, y la Oficina de Impuestos Internos. Además se implementarían tres casas-habitación para los dos jueces, y para el jefe de Correos y Telégrafos. (El Mercurio de Antofagasta, 26-11-1926).

La dificultad en obtener los fondos, hizo que la construcción del edificio fuera lenta, al punto que en el año 1925, el contratista tuvo que pedir créditos para continuar la obra (El Mercurio de Antofagasta,16-03-1926).

Las obras se extendieron hasta 1929,  y se inauguró el 30 de marzo de 1930.  Llegando a constituirse en uno de los edificios de mejor factura y de mayor envergadura en la ciudad, contribuyendo a ennoblecer el entorno urbano del casco central de la ciudad, dignificando la función pública y reforzando la impronta del Estado y la inversión fiscal en las zonas más alejadas del país. Razones que sustentan entre otras el carácter patrimonial del edificio.